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martes, 5 de julio de 2011

Las cookies se vuelven indigestas


Dicen que las primeras pruebas de organismos que han puesto en marcha la nueva ley europea sobre el uso de cookies, revelan datos catastróficos.

Realmente hay un descenso del 90% de las visitas o lo que hay es un descenso del 90% del número de usuarios que aceptan conscientemente ser estudiados, retratados y segmentados en base a sus hábitos de navegación.

La gente se ha vuelto consciente del verdadero modelo de negocio de la Red y desea obtener, también, valor a cambio de sus datos, su intimidad y su privacidad.

Las cookies son el Gran Hermano de la red, y la gente no está dispuesta a que le pongas en su ordenador una cámara que grabe 24 horas todo lo que hace, sin obtener beneficio alguno y más cuando los que obtienen sus datos, hasta ahora sin permiso, se lucran con ellos.

Seguramente el que vive de una monetización basada en la economía productiva (contenidos, productos y servicios), no notará ningún descenso, pues la gente seguirá visitando su página con la misma frecuencia, pero el que basa sus ingresos en espiar los hábitos de navegación de sus visitantes o en comerciar con los datos de los mismos, seguramente verá como se le acaba el chollo de obtener información de manera gratuita y a escondidas.

Con la nueva ley europea sobre el uso de cookies, todos aquellos que viven de la manufactura de datos, deberán primero hacer las cosas de una forma más ética, dando la cara e informando a los visitantes de sus actos.

Y seguramente, podrán continuar con sus negocios, pero claro pagando un precio y viendo como no todo el mundo está dispuesto a vender sus datos, ni siquiera por todo el oro del mundo.

Porque desengañémonos, la publicidad basada en la semántica, será más útil, más efectiva y más rentable, pero es mucho más intrusiva que la que los expertos en marketing llaman como tal (los anuncios, banners, faldones y cuñas de toda la vida).

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